Dime cuántos besos me he perdido desde que nos estamos dejando

Dime cuántos besos me he perdido desde que nos estamos dejando

sábado, enero 28

y ya no digo lo que pienso, porque solo pienso en ti


Se supone que se trata de eso ¿no? De que todo en la vida es rutina, y en esa rutina diaria es en la que cada uno decide su camino. Y eso significa equivocarse, significa caer y significa el esfuerzo de levantarse. Significa darnos cuenta de nuestros errores, darnos cuenta de que toda acción trae consecuencias. Significa echar de menos cosas que ya no tenemos, significa querer volver atrás para arreglar asuntos pendientes, significa arrepentimientos por cosas que hicimos, pero sobre todo por las que no hicimos. Significa querer cambiar, significa odiar esa rutina llena de tantas cosas negativas, pero también temer a los cambios. Significa querer irse lejos. Significa no haber luchado, significa que otras personas te decepcionen, significa que tú te decepciones a ti misma.
En una tarde como otra cualquiera, estaba ansiosa por verle. Como siempre antes de salir miró la fotografía que tenía junto a él en su habitación durante unos segundos, mientras sonreía. Como de costumbre cogió su perfume favorito, ese que a él tanto le gustaba y salió a su encuentro, a la hora de siempre, en el sitio de siempre. Curiosamente esa vez no fue como siempre. Ella se acercó sonriente a abrazarle pero él estaba frío. Algo ocurría, en cierto modo ella lo veía venir y sabía con certeza lo que ocurriría a continuación: "tarde o temprano tenía que ocurrir, por mucho que duela" pensó. Y así fué, el fin. Todo acabó, una gran amistad, complicidad y confianza. Echaría de menos aquellas conversaciones, aquellas risas e incluso las peleas con sus correspondientes reconciliaciones, y el llanto compartido pero no en todas las ocasiones las "cosas" duran eternamente. Aunque nunca perdió la esperanza, ella siguió esperando en el sitio de siempre, a la hora de siempre mientras el tiempo transcurría y todo cambiaba a su alrededor. "Quizá es demasiado tarde, quizá sea mejor dejarlo pasar, quizá era lo que el destino decidió que tenía que pasar..." miles de pensamientos recorrían su cabeza y millones de sensaciones la inundaban, pero decidió que la vida era corta, que de los errores se aprende y que las historias no siempre terminan con un final feliz como en sus libros. Y decidió ver la realidad y seguir hacía adelante... Alguien le dijo una vez: "deja lo que quieres en libertad, si vuelve estará contigo para siempre, y sino es que no te pertenecía desde un principio. Olvídalo" Aunque quizá,
el truco no sea olvidar sino recordar sin que te duela.


sábado, enero 21

aquellos días donde solo hacía falta una mirada para hacernos sonreír

Imagina que nada es un sueño, que toda efímera posibilidad se convierte en realizable solamente al alcanzar tus párpados, al rozar tu corazón. Imagina que todo es posible, que a los imposibles les tachen el prefijo y de paso también el miedo, los nervios, las desilusiones... las trampas. Un posible que se hace fácil en tus dedos, que se hace magia sin trucos cuando tu mirada se refleja en la profundidad de tu valentía, que crece junto a los minutos acumulados en el tiempo. Imagina, solo por un instante, que no exista el dolor, que las cicatrices realmente no dejen huellas visibles, que el sufrimiento se haga menos doloroso junto a todas tus sonrisas, que se esconda en tu espalda, y se transforma en lunares en tus hombros. O que desaparezca y te deje solo con lo que realmente es capaz de hacerte feliz, de provocarte mil taquicardias al corazón, algo capaz de hacer bailar a tu alma al ritmo de esa melodía que sólo existe en tu interior.
Imagina poder coger las esquinas del infinito, estirar sus barreras, esconderte en sus pliegues, desaparecer. Imagina simplemente crear un deshielo en su piel con un roce, un incendio con un beso prohibido, sin censuras, sin temor a las consecuencias. Sólo imagina, porque luego despiertas, y te das cuenta de que todo es imposible. Pero, ¿acaso no marcabas tú los límites de la realidad? 
Imposibles tan posibles que hasta un pestañeo los descubre. Una mirada verídica, que se esfuma y se esconde. Tan fácil como ocultarse... tan difícil como desaparecer; tan extraño y emocionante como una caricia fluida, dos corazones al unísono una medianoche en la que la luna brilla más que nunca.

lunes, enero 16

dejó de ser un juego cuando dijiste "te quiero"...

... empezó a ser mi tortura cuando dijiste "lo siento, encantado de haberte conocido pero adiós"





No, no puedo, y no es por falta de esfuerzo pero sacarte de mi cabeza ahora mismo es misión imposible, y digo imposible, no improbable, porque los imposibles sí existen. Imposible es acariciar tu espalda mientras duermes, darte un beso en la mejilla al despertar y que te despiertes con una sonrisa, imposible es darte la mano caminando por una playa al atardecer. Imposible es quererte y que me quieras al igual que imposible es que me quieras y yo no lo haga. 
Porque la vida es así, y te pone los imposibles donde más duelen, donde más te hacen daño, ¿prueba de fuego? No tengo ni idea, lo supongo. Supongo también que llegara el día en que encuentre a alguien que sí sea perfecto, que me quiera, que me haga llorar de tristeza pero que también lo haga de alegría. Que me de un beso al despertarme, acompañado por ese tan esperado "buenos días princesa". Y sí, sé de sobra que de princesa tengo poco, por no decir nada, pero que me lo diga porque lo siente, porque aunque no sea perfecta ni de lejos, él, esa persona, me vea así. 
Quizá todo sea demasiado perfecto, que busque una realidad irreal, pero...¿si otros lo han conseguido, por qué yo no? Lo conseguiré, conseguiré sacarte de mi cabeza, de mi mente, de mi corazón, si es que estás ahí, claro. Conseguiré hacerlo porque no merezco esperar por alguien que nunca se propuso esperar por mi, así que... no te puedo decir adiós, todos lo sabemos, pero te diré hasta luego, hasta pronto, ojalá se convierta en hasta nunca. Por ahora solo sé que no soy nada para el mundo, pero tranquilos... el mundo para mi tampoco es nada. Y esque aunque no importa lo que haga, siempre voy a lidiar con las consecuencias. Tu problema es quererme perfecta, y el mío pretender serlo. Pero de esto se trata, ¿no? sobrevivir, buscarse un lugar, intentar superarse y ser feliz... todavía trabajo en eso.

domingo, enero 8

Querido "x", tras mucho pensar, he llegado a la conclusión de que va siendo hora de que aparezcas de repente y arrases con esta caótica que te escribe.
Así es. Es el momento de que llegues con tus defectos y me rompas los esquemas y yo te desarme con mis risas para volvernos a formar a nuestra manera.
Antes de nada, debes saber que ando un poco escasa de equilibrio y encontrarás una cicatriz en casa esquina de mis huesos, pero no te preocupes.
No pretendo que me cures, no necesito que me cures, ni siquiera lo busco. Quiero que te pierdas conmigo.
Tienes mi permiso para llevarme a todos esos rincones que aún no he visto. A todos esos mares que no he olido. Quiero saborear la vida desde tus pestañas. Beber contigo, de ti, de nosotros. De un tipo de amor que vamos a hacer nuestro, como las canciones, la magia, la luna o las noches sin estrellas, (estoy segura de que seremos nosotros los que brillen).
No busco compasión en tus besos cuando no me entiendas, los busco con pasión después de las peleas, de los ataques de huir que me empapen antes de que tus manos me cojan y me digan "Quédate". Busco tus brazos por las noches entre tus sábanas y te busco a ti. A ti. Todo lo contrario a lo que espero. Tú.
Te quiero a ti, completo desconocido: con tus manías, con tus virtudes, con tus más pero sobretodo con tus menos. Te quiero así como (no) eres. Quiero todo lo que no conozco de ti y sin embargo sé que existe. 
No tengo intención de olvidar ese pasado superficial de magia abstracta, así que perdóname si algún día me ves con los ojos puestos en un recuerdo que no te pertenece. Pero tienes que saber, que no anhelo otra magia que no sea la de tus ojos cuando me mires y no tengamos necesidad de parpadear, porque será tan sencillo y tan bonito el silencio a tu lado que crearemos nuestra propia burbuja con los colores de un futuro mejor con un verbo mal conjugado.
Porque seremos completamente contradictorios y nos perderemos en abismos para encontrarnos en cada lugar del mismo corazón. Yo contigo, tú conmigo.
Nos acariciaremos las espaldas cuando aparentemos no querer saber nada el uno del otro, pobres ilusos que no saben que a los lunares de nuestro cuerpo se les escapan los "te quieros" a deshora. Llorarás a mis lágrimas y yo te curaré con verdades las dudas que te nublen. Me verás gritar, enloquecer, salir corriendo y volver lentamente, susurrándote con el orgullo en el bolsillo algún que otro "Ven a buscarme, no dejes que me pierda, por favor". Y no lo harás. Vendrás a por mí y a por mi caos. Me secarás los llantos y sanarás las heridas con tus caricias y tu poesía gesticulada. Más de una vez te preguntarás por qué coño no sales huyendo, pero al segundo sabrás la respuesta sin necesidad de que yo te la escupa. Porque te volveré loco, loco de remate. Loco de ti, de mí. De nosotros. Te volveré loco de amor, del de verdad. Te lo prometo.


sábado, enero 7

un "te necesito" detras de cada "dejame en paz"

Necesito algo que me llene, algo que me haga ver que cada día cuenta, que es como una gran aventura. Que me haga ver que no importa cuántas veces la vida se me derrumbe a los pies, porque seré capaz de volver a construirlo todo de nuevo.
Me gustaba tanto perderme en tu mirada, intentar descubrir algo más allá, ver el juego de colores cuando el sol hacía que parecieran verdes. Te necesitaba tanto... y aún lo sigo haciendo.
Te echo de menos. No en la manera en la que tú te esperas. No de un modo físico. Sólo añoro la sensación que provocabas en mí. Aún ahora cuando todo ya ha acabado consigues hacerme sentir algo. Consigues que todo tenga sentido. No ese algo que tú crees. Simplemente algo. Te has convertido en mi parte favorita del día. Sencillamente te echo de menos... y necesitaba decírtelo.Espero que algún día pienses en mí, que pienses en nosotros, en todo lo que éramos, en todo lo que pudimos llegar a ser, que te acuerdes de mí y te preguntes dónde estaré ahora.
El mundo es tan frágil y se derrumba tan fácilmente... que pensar que sólo sea el amor lo que me pueda mantener con condura... y qué pena que justo eso sea lo que me falte. Que paradoja, amor y cordura en una misma frase. Una vez más volvemos a equivocarnos. ¿O es que nunca hemos salido de nuestro error? ¿Estamos haciendo lo correcto? ¿Acaso alguna vez lo hicimos?
Han cambiado muchas cosas desde la última vez que pensé en ti, han cambiado muchos recuerdos, han aflorado muchos errores que creía olvidados… Te sigo necesitando. Ya no busco otras miradas que me llenen, buscar es en vano. Cuanto menos te preocupes, menos tendrás que perder. Siempre quedará un recuerdo de ti en mi, siempre que te vea en mi mente te oiré decir las últimas palabras que me dedicaste… solo a mi.


lunes, enero 2

quizá no es mucho lo que puedo ofrecerte pero es todo lo que tengo

Noche de Carnaval. Noche de disfraces, de sonrisas. Noche de encuentros a escondidas, de pasión incontenida. Cuántas cosas perdemos por el miedo a arriesgar. Siempre pensando en el qué dirán, siempre pensando en los demás. Por qué no pensar durante un rato en nosotros mismos, nuestros propósitos, nuestra principal y más importante ambición: Él. Él, que te ha hecho daño, que te ha tratado de la peor manera mientras tú le entregabas todas tus esperanzas, que le has dado tu corazón en una caja de cristal y la ha roto en mil pedazos. Pero ha vuelto con sus millones de excusas que ni él entiende y sus "lo siento, no era mi intención". Claro que era su intención, pero evitemos engañarnos a nosotros mismos, no puedes evitar lanzarte a sus brazos como una estúpida y volver a creer que el amor ha llamado finalmente a tu puerta. Que débiles nos hace amar, que vulnerables nos volvemos. Y ahí estáis los dos de nuevo, tumbados en la hierba a la luz de la luna hablando de todo y de nada en especial. Disfrutando de su compañía, porque ese es el mejor regalo que nadie te podría haber dado. Le miras, te sonríe. No puedes evitar devolverle la sonrisa. Y por un momento te das cuenta de que todo ese tiempo que has luchado por no sufrir de nuevo, todos eso de "esto ya estaba superado", se desploman con su estúpida y perfecta sonrisa. Te promete estar siempre a tu lado, te promete tantas cosas que quizá resultarán mentira. Pero eso a quién le importa ahora. Se acercan. Se abrazan con la mirada y se acarician con las palabras. "Te quiero", te susurra. Cuánto tiempo has previsto ese momento, cuánto has deseado que te lo dijera. Tantos propósitos y expectativas, tantas respuestas posibles. Y ahora, te quedas en blanco. Tu corazón no responde. Os acercáis más aún y se produce aquello con lo que has soñado durante meses, te parece estar en una película, pero es mejor que eso: Es la realidad. 


Carnaval. Así, entre la gente que juega a ser otro por una noche, viven la magia de ser ellos mismos, por fin.