Se supone que se trata de eso ¿no? De que todo en la vida es rutina, y en esa rutina diaria es en la que cada uno decide su camino. Y eso significa equivocarse, significa caer y significa el esfuerzo de levantarse. Significa darnos cuenta de nuestros errores, darnos cuenta de que toda acción trae consecuencias. Significa echar de menos cosas que ya no tenemos, significa querer volver atrás para arreglar asuntos pendientes, significa arrepentimientos por cosas que hicimos, pero sobre todo por las que no hicimos. Significa querer cambiar, significa odiar esa rutina llena de tantas cosas negativas, pero también temer a los cambios. Significa querer irse lejos. Significa no haber luchado, significa que otras personas te decepcionen, significa que tú te decepciones a ti misma.
En una tarde como otra cualquiera, estaba ansiosa por verle. Como siempre antes de salir miró la fotografía que tenía junto a él en su habitación durante unos segundos, mientras sonreía. Como de costumbre cogió su perfume favorito, ese que a él tanto le gustaba y salió a su encuentro, a la hora de siempre, en el sitio de siempre. Curiosamente esa vez no fue como siempre. Ella se acercó sonriente a abrazarle pero él estaba frío. Algo ocurría, en cierto modo ella lo veía venir y sabía con certeza lo que ocurriría a continuación: "tarde o temprano tenía que ocurrir, por mucho que duela" pensó. Y así fué, el fin. Todo acabó, una gran amistad, complicidad y confianza. Echaría de menos aquellas conversaciones, aquellas risas e incluso las peleas con sus correspondientes reconciliaciones, y el llanto compartido pero no en todas las ocasiones las "cosas" duran eternamente. Aunque nunca perdió la esperanza, ella siguió esperando en el sitio de siempre, a la hora de siempre mientras el tiempo transcurría y todo cambiaba a su alrededor. "Quizá es demasiado tarde, quizá sea mejor dejarlo pasar, quizá era lo que el destino decidió que tenía que pasar..." miles de pensamientos recorrían su cabeza y millones de sensaciones la inundaban, pero decidió que la vida era corta, que de los errores se aprende y que las historias no siempre terminan con un final feliz como en sus libros. Y decidió ver la realidad y seguir hacía adelante... Alguien le dijo una vez: "deja lo que quieres en libertad, si vuelve estará contigo para siempre, y sino es que no te pertenecía desde un principio. Olvídalo" Aunque quizá, el truco no sea olvidar sino recordar sin que te duela.
En una tarde como otra cualquiera, estaba ansiosa por verle. Como siempre antes de salir miró la fotografía que tenía junto a él en su habitación durante unos segundos, mientras sonreía. Como de costumbre cogió su perfume favorito, ese que a él tanto le gustaba y salió a su encuentro, a la hora de siempre, en el sitio de siempre. Curiosamente esa vez no fue como siempre. Ella se acercó sonriente a abrazarle pero él estaba frío. Algo ocurría, en cierto modo ella lo veía venir y sabía con certeza lo que ocurriría a continuación: "tarde o temprano tenía que ocurrir, por mucho que duela" pensó. Y así fué, el fin. Todo acabó, una gran amistad, complicidad y confianza. Echaría de menos aquellas conversaciones, aquellas risas e incluso las peleas con sus correspondientes reconciliaciones, y el llanto compartido pero no en todas las ocasiones las "cosas" duran eternamente. Aunque nunca perdió la esperanza, ella siguió esperando en el sitio de siempre, a la hora de siempre mientras el tiempo transcurría y todo cambiaba a su alrededor. "Quizá es demasiado tarde, quizá sea mejor dejarlo pasar, quizá era lo que el destino decidió que tenía que pasar..." miles de pensamientos recorrían su cabeza y millones de sensaciones la inundaban, pero decidió que la vida era corta, que de los errores se aprende y que las historias no siempre terminan con un final feliz como en sus libros. Y decidió ver la realidad y seguir hacía adelante... Alguien le dijo una vez: "deja lo que quieres en libertad, si vuelve estará contigo para siempre, y sino es que no te pertenecía desde un principio. Olvídalo" Aunque quizá, el truco no sea olvidar sino recordar sin que te duela.