Dime cuántos besos me he perdido desde que nos estamos dejando

Dime cuántos besos me he perdido desde que nos estamos dejando

lunes, enero 2

quizá no es mucho lo que puedo ofrecerte pero es todo lo que tengo

Noche de Carnaval. Noche de disfraces, de sonrisas. Noche de encuentros a escondidas, de pasión incontenida. Cuántas cosas perdemos por el miedo a arriesgar. Siempre pensando en el qué dirán, siempre pensando en los demás. Por qué no pensar durante un rato en nosotros mismos, nuestros propósitos, nuestra principal y más importante ambición: Él. Él, que te ha hecho daño, que te ha tratado de la peor manera mientras tú le entregabas todas tus esperanzas, que le has dado tu corazón en una caja de cristal y la ha roto en mil pedazos. Pero ha vuelto con sus millones de excusas que ni él entiende y sus "lo siento, no era mi intención". Claro que era su intención, pero evitemos engañarnos a nosotros mismos, no puedes evitar lanzarte a sus brazos como una estúpida y volver a creer que el amor ha llamado finalmente a tu puerta. Que débiles nos hace amar, que vulnerables nos volvemos. Y ahí estáis los dos de nuevo, tumbados en la hierba a la luz de la luna hablando de todo y de nada en especial. Disfrutando de su compañía, porque ese es el mejor regalo que nadie te podría haber dado. Le miras, te sonríe. No puedes evitar devolverle la sonrisa. Y por un momento te das cuenta de que todo ese tiempo que has luchado por no sufrir de nuevo, todos eso de "esto ya estaba superado", se desploman con su estúpida y perfecta sonrisa. Te promete estar siempre a tu lado, te promete tantas cosas que quizá resultarán mentira. Pero eso a quién le importa ahora. Se acercan. Se abrazan con la mirada y se acarician con las palabras. "Te quiero", te susurra. Cuánto tiempo has previsto ese momento, cuánto has deseado que te lo dijera. Tantos propósitos y expectativas, tantas respuestas posibles. Y ahora, te quedas en blanco. Tu corazón no responde. Os acercáis más aún y se produce aquello con lo que has soñado durante meses, te parece estar en una película, pero es mejor que eso: Es la realidad. 


Carnaval. Así, entre la gente que juega a ser otro por una noche, viven la magia de ser ellos mismos, por fin.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario