y como siempre me pedías, seré feliz, lo seré por ti

Aún no recobro la calma, y eso que te fuiste hace ya varios días. Ahora, sola en la cama, todo está demasiado vacío. Todavía te siento aquí a mi lado. Todo ha sido tan repentino que no se como reaccionar, estoy llena de lágrimas pero no puedo llorar, siento una fuerte presión en el pecho que las contiene. 
Tu chaqueta sigue encima de la silla, y tu olor en la almohada. No se que voy a hacer a partir de ahora cuando me despierte y no vea tus ojos. Cuando me levante y la casa esté tan vacía. Voy por el pasillo, y en cualquier ráfaga de aire te siento conmigo, siento el tacto de tu piel en mis brazos, y siento como me acaricias el pelo. Cualquier rincón me recuerda a ti, y en una ilusión de mi corazón te veo tumbado en el sofá, voy corriendo pero ya no estás, en esos momento mis piernas pierden las fuerzas, y no puedo hacer otra cosa que caer y estallar en un llanto incontrolable. Cuando tu estabas junto a mi, nuestra casa era una risa continua, contigo nunca podía parar de reír, ahora solo puedo escuchar tu risa en mi mente, y ya no hay nada que incite a la mía. Me cuesta encontrar una razón de verdad para vivir.
Solo pido que me des un último abrazo, de esos que solo tu sabías darme, un último beso con el sabor de ese chicle de melón que tanto odiaba, ahora lo echo de menos. Los gestos que solo yo te entendía y que eran nuestros. Una última guerra mirada de tus ojos, una sonrisa de esas que ponías cuando querías algo. Un consejo más, una charla a las tantas de la mañana tumbados en la cama, hablando de cosas sin sentido. Solo quiero un enfado más, porque debo confesarte que me encantaba hacerte rabiar, solo para volvernos a reconciliar. Sólo quiero verte una vez más saltar sobre la cama como dos niños y soñar junto a ti todo lo que podíamos haber sido. La vida no nos dejó disfrutar de nuestro amor, después de tanto luchar por él.
Te echo de menos hoy un domingo por la tarde, nuestra hora de las películas, perdona por saltarme la costumbre pero es que sin ti no es lo mismo, no soy capaz levantarme de nuestra cama. Ahora mismo estoy viendo la foto de nuestro primer viaje, ¿te acuerdas cuantas discusiones para definir el destino? Para al final acabar como siempre viviendo la aventura. Contigo no me importaba donde viajar, que hacer o donde estar, solo quería estar junto a ti, disfrutar de cada segundo a tu lado. Eres,has sido y siempre serás sin ninguna duda la persona más importante de mi vida. Siento que todo lo que habíamos imaginados juntos se desvanece cada segundo, pensar que nunca más volveré a verte me desgarra el corazón, me duele tanto que no llegues a ser el padre de mis hijos, me duele que tus ojos no sean los últimos que veré, que todos nuestros planes, incluso por estúpidos que sean , me duele no poder cumplirlos contigo.
No nos dio tiempo a despedidas, eso es tal vez lo que más me duele, por eso te escribo esta carta, para que sepas que jamás me olvidaré de ti. Ahora debería estar sonriendo y colgada de tu cuello. Debería. Sé que esto es como ese amor de película que creemos imposible de sentir, pero esto es cierto, es mucho mas que eso.Estés donde estés te mandaré todo mi amor, porque el amor verdadero no tiene final feliz, simplemente no tiene final. No sé exactamente ahora donde estas, pero yo te siento aquí conmigo. Te prometo mi amor, que cada noche te enviaré nuestro beso especial de buenas noches, mirando a esa Luna tan especial para nosotros que fue testigo de nuestro primer beso, cuando tan solo éramos unos niños.
Y como siempre me pedías, seré feliz, lo seré por ti.