Y hoy me he dado cuenta que te echo de menos. Que te necesito. Que siempre habrá un más. Siempre habrá un menos. Siempre te necesitaré. Como las lágrimas a los ojos. Esas lágrimas que hoy caen sin parar,no se porque,si yo creía que no te quería. Y si sé que no te tengo,me pierdo. Me pierdo dentro de mi misma,porque solo tú te sabías el camino hasta mis besos. Esos que hoy no tengo. Porque tú estás demasiado lejos para sentirlos de nuevo. Vivos y lentos,como cuando no teníamos nada más que ellos. Eres tan importante que me cuesta creer que nunca más sabré de tu sonrisa,
de tus ojos,de tu forma de decirme te quiero,aunque te costara, ¿te acuerdas? De nuestro primer beso,fue uno de esos prohibidos por todos y apoyados por nadie,fue increible. Tú eres increible. Increible como tu forma de ser,tu forma de aguantar kilómetros todos los días. De tu forma de necesitarme un poco menos que yo a tí.
Y te quiero, ¿ lo sabías? te lo repetiría siempre,porque en esta vida,tu eres mi mayor tesoro,y no lo he sabido cuidar. Y aquí sigo. Echando de menos tu risa,tus te quieros,a tí. Cada día más. Cada día que no tengo tus abrazos desprovistos de maldad. Te sigo echando de menos a tí. A tu forma de conocerme,de ser otro yo. Echar de menos eso de sentirme querida. Aunque no se pueda echar de menos a alguien que nunca has tenido. Yo lo hago,siempre tuve el poder de imaginar lo imposible. Porque ahora echo de menos lo que un día eché de más.